¿Qué es el NAT y para qué sirve?

El sistema NAT (Network Address Translation) es el que permite la comunicación entre redes de datos cuyas direcciones IP son mutuamente incompatibles.
Tras esta definición más o menos teórica intentaremos dar ejemplos de cómo se utiliza en nuestra vida diaria y cómo puede ayudarnos en los nuevos proyectos de la empresa. Ahora que ya sabes qué es el nateo, continuamos con algunos conceptos importantes del sistema NAT.
Uno de los conceptos que debemos tener en cuenta es que las direcciones IP posibles en Internet son limitadas y además existen dos grupos que no pueden comunicarse entre sí: las direcciones IP privadas y las públicas.
Las direcciones IP privadas son un rango de direcciones que sólo puede utilizarse en una red privada y nunca se pueden utilizarse para comunicarse con el exterior, mientras que las direcciones públicas son accesibles desde cualquier parte del mundo y no deberían utilizarse dentro de las redes locales corporativas.
Así pues cuando nuestro ordenador navega por Internet debe hacerse una traducción entre la dirección IP privada que tiene configurada físicamente y una dirección IP pública que le permita acceder a recursos del exterior. Este tipo de traducciones es parte del trabajo del sistema NAT que, generalmente, se aplica en los routers de salida a Internet o en firewalls específicamente configurados.
En una línea ADSL convencional nuestro operador sólo suele asignar una única dirección IP pública que el router se encarga de gestionar para que los diferentes ordenadores que haya conectados, cada uno con una dirección IP privada propia, puedan conectarse a recursos externos. Este procedimiento es invisible para el usuario final pero imprescindible para poder comunicarnos con cualquier equipo de Internet.
Desde el punto de vista contrario nos encontramos con que la mayoría de servidores no están conectados físicamente a Internet, sino que están dentro de la red local de la empresa con una dirección IP privada (que sólo es accesible internamente).
Así pues un router, o firewall, se encargará de traducir las peticiones a la IP pública por la dirección IP privada real que corresponda para dar servicio a los clientes, que nunca llegan a conocer la IP privada real de la máquina.
Otro uso, cada vez más habitual, del sistema NAT es el enmascaramiento de direcciones IP entre empresas privadas. Con la adquisición, fusión o acuerdos entre empresas puede darse que las diferentes redes privadas coincidan con el mismo direccionamiento IP con lo que se impediría la comunicación interna.
En estos casos un equipo se encarga de hacer una traducción de direcciones privadas de tal forma que las diferentes redes puedan comunicarse sin problemas.